Contaminantes del suelo
Todas
las actividades que sustentan el desarrollo económico de la sociedad, desde las
actividades industriales a las explotaciones mineras pasando por la agricultura
o el vertido de residuos, conllevan la liberación de elementos no deseados que
modifican las propiedades físicas, químicas o biológicas naturales de los
suelos.
Diferenciamos:
Contaminantes
conservativos
|
Su estructura química se mantiene a lo largo del tiempo a pesar de su interacción con los materiales del medio. Ejemplos: metales pesados (Hg, Pb, Zn, Ag, etc.). |
Contaminantes no
conservativos
|
Su estructura química se modifica al interaccionar con el medio o por autodegradación. Ej: contaminantes orgánicos o biológicos. La degradación puede ser total o parcial. Las reacciones de degradación son muy variadas pudiendo estar mediadas tanto por agentes inorgánicos como orgánicos. |
Las
sustancias tóxicas no degradables como los metales pesados o aquellas que
presentan una degradación natural lenta, como los COPs, llevan asociado un
elevado riesgo para la salud humana y los ecosistemas ya que permanecen largos
períodos de tiempo en contacto con los diferentes componentes del medio
natural.
Los
inventarios realizados por 13 estados miembros de la UE
(AEMA-ETC/S, 1998) situaban el número total de emplazamientos
contaminados en 1.446.400. Sin embargo, aún no es posible evaluar el alcance
real del problema a escala europea, dado que los criterios empleados por los
diferentes países no son homogéneos.
Actualmente
los
países miembros de la Unión Europea están regulando la mayoría de las
actividades que pueden desencadenar problemas futuros de contaminación
en los suelos. Sin embargo, la gran variedad de elementos contaminantes,
caracterizados por diferentes patrones de comportamiento en el medio
ambiente,
dificulta las tareas de evaluación de los riesgos potenciales asociados a
este
proceso.
Contaminación puntual
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Contaminación difusa
La contaminación se extiende sobre extensas superficies.El suelo es el elemento fundamental que, mediante su función filtrante, transporta las substancias químicas (productos fitosanitarios o fertilizantes) o simplemente efecto de la contaminación por deposición atmosférica o hídrica, a otros medios. Estos productos son generalmente aplicados sobre el suelo o directamente sobre los cultivos que los transforman y se pueden transmitir a las aguas superficiales, subterráneas o a la atmósfera y, desde ellos, a los seres vivos. Las fuentes más frecuentes que causan este tipo de agresión aparecen asociadas a prácticas agrarias “inadecuadas”, aunque también pero en menor medida, a la acidificación atmosférica y al vertido incorrecto de residuos. El problema se hace más agudo cuando se superponen los efectos combinados de estas fuentes.La alteración del equilibrio edáfico por prácticas agrícolas inadecuadas suele derivar de un uso incorrecto uso de productos fitosanitarios y fertilizantes que provoca un exceso de nutrientes, con respecto a las necesidades del terreno, parte de los cuales se pueden incorporar a las aguas superficiales o subterráneas. Algunos plaguicidas se emplean generalmente de forma directa en el suelo produciendo su esterilización de forma más o menos intensa. Al ser compuestos tóxicos, su acumulación en las aguas o en el suelo puede producir un efecto negativo sobre los microorganismos de éste e, incluso, dada la persistencia de algunos de ellos, pueden transmitirse a través de la cadena trófica.
Agricultura
La
contaminación por prácticas agrícolas es consecuencia del uso intrínseco de
fertilizantes y pesticidas inorgánicas y del uso de aguas residuales y abonos
orgánicos. No obstante, la hablar de contaminación agraria también se puede
estar hablando de una acumulación excesiva de sales, de erosión, etc.
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